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jueves, 31 de mayo de 2012

Sigo aquí


Me dijo por teléfono que quería ver a otra gente. Yo pensé: "Bueno, entonces mira a tu alrededor, están por todos lados". Dijo que estaba confundido. Pensé: "Cariño, bienvenido al club". Treinta y dos años, crisis de la mediana edad. Hoy en día te llega cuando eres joven. Colgué. Él volvió a llamar. Colgué de nuevo. El proceso ya había comenzado. Por lo menos fue rápido. Juro que morí por dentro esa noche. 

Mi amigo, él llamó. No mencioné nada. Lo último que dijo fue: "Sé firme". Sé firme. Consideré una cosa horrible, odio admitirlo. Sólo pensé que esas serían unas muy apropiadas últimas palabras. Pero sigo aquí. Y pequeña. Tan pequeña... ¿Y por qué este problema puede parecer tan grande? Tan grande.

Mientras, las palmeras en la brisa todavía soplan verde y las olas en el mar siguen absolutamente azules. Pero el horror... cada cosa que veo es un recordatorio de él. Nunca pensé que maldeciría el día que lo conocí. Y dado que se ha ido y no escucharía, ¿a quién le importaría?¿De qué serviría eso?

Pero sigo aquí. Así que imagino que un mes o en doce estaré en algún lugar tomando algo, riéndome de una broma estúpida o de alguna otra cosa estúpida, y puedo verme parando en seco, desviándome del presente, succionada por la corriente y arrastrada profundo. Y ahí estoy, de pie. Hierba mojada y lápidas blancas. Todas en fila. Y a lo lejos hay una, por su cuenta. Entonces me detengo, me arrodillo. Mi nuevo hogar...

E imagino un despertar sobrio. Volver a entrar en esa pequeña escena del bar. Sorber mi bebida hasta que el hielo toque mis labios. Pedir otra ronda. Y eso es todo por ahora. Lo siento, nunca he sido muy buena para los finales felices.





Pearl Jam - I'm still here.